miércoles, 30 de diciembre de 2015

Enseñanza de lenguas y enseñanza ideal.

El aprendizaje del español en Argentina es muy similar al que se aplica en España. Tanto en Primaria como en Secundaria la asignatura de Lengua se divide, por una parte, en Gramática, y por otra, Literatura. Se trabaja mucho el análisis morfosintáctico, la categorización de las palabras (sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios..) y los conceptos básicos de Fonética. Los análisis y las descripciones pormenorizadas aumentan en complejidad conforme se avanza en los cursos.
La lengua obligatoria de aprendizaje es el inglés, que se aprende desde muy pequeños (jardín de infantes), y se práctica mucho la lectura comprensiva y la pronunciación. El nivel de exigencia es algo más alto que en el sistema educativo español, aunque los métodos son prácticamente los mismos.
Los profesores de lenguas, de español y de inglés, fueron siempre mis preferidos. Muchos de ellos me marcaron significativamente y fueron los inspiradores últimos de mi elección de estudios. Profesores de lengua, ingles, latín, griego, etc. Todos ellos tenían su propio método pero tenían en común el amor por su asignatura y una atención especial hacia sus estudiantes, una implicación emocional con su asignatura más allá de lo académico.


Las instituciones educativas están fuertemente deslegitimadas a la luz de los avances técnicos de las últimas décadas. Tal como ocurrió en el siglo XIX con la revolución industrial, estamos viviendo un periodo de adaptación de la sociedad a los avances de la técnica y de la ciencia. Los paradigmas están cambiando: Internet “libera” conocimientos hasta ahora patrimonio de universidades y academias; La ciencias cognitivas ofrecen una nueva visión del ser humano y su comportamiento. Sin embargo, la comunidad educativa parece no atender a estos sucesos y continúan anquilosados en el pasado, con programas educativos que no se adecuan al mercado laboral y con métodos de enseñanza ineficaces.

Ahora bien, habría que precisar estas valoraciones: ¿deben los programas educativos adecuarse al mercado laboral? Si asumimos que vivimos en una sociedad capitalista y una economía de mercado, no debería extrañarnos que algunos así lo piensen.
Esto explica el desprestigio y el desprecio de las carreras humanísticas en favor de titulaciones técnicas. Profesores de lengua, historiadores, sociólogos, etc. deben servir al mercado y, hoy por hoy, este se encuentra por encima del Estado, afectando a todas las instituciones que dependen de él:

“la universidad impone costos a los estudiantes y a un personal docente que, además de tenerlo apartado de la carrera académica, se le mantiene en una condición que garantiza un porvenir sin seguridad. Todo eso resulta perfectamente natural en los modelos de negocio empresariales. Es nefasto para la educación, pero su objetivo no es la educación.”

“Pero servirse de trabajo barato –y vulnerable— es una práctica de negocio que se remonta a los inicios mismos de la empresa privada, y los sindicatos nacieron respondiendo a eso. En las universidades, trabajo barato, vulnerable, significa ayudantes y estudiantes graduados. Los estudiantes graduados son todavía más vulnerables, huelga decirlo, La idea es transferir la instrucción a trabajadores precarios, lo que mejora la disciplina y el control, pero también permite la transferencia de fondos a otros fines muy distintos de la educación. Los costos, claro está, los pagan los estudiantes y las gentes que se ven arrastradas a esos puestos de trabajo vulnerables. Pero es un rasgo típico de una sociedad dirigida por la mentalidad empresarial transferir los costos a la gente. Los economistas cooperan tácitamente en eso."

Traducción castellana de una transcripción editada en inglés de un conjunto de observaciones realizadas por Noam Chomsky, muy recomendable artículo.

La lucha de clases se expresa en el ámbito educativo. La universidad sirve como criba de estatus social. En este sentido, más que portadora del conocimiento, diría que lo tiene secuestrado. Sin embargo, las novedades tecnológicas están posibilitando una relativa “liberación”, ¿tendrá un final favorable?
Otros fenómenos a tener en cuenta son las universidades a distancia como la UNED, donde el alumno puede obtener un título sin necesidad de asistir a clases. Parte del futuro de las universidades pasa fundamentalmente por aquí.



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